El diseño actual de edificios, tanto de oficinas como residenciales, comerciales, industriales o de recreo, se basa fundamentalmente en criterios funcionales, estéticos y económicos. La utilización del vidrio como material estético es cada día más popular, ya que sólo el vidrio puede combinar belleza, durabilidad y transparencia, cumpliendo así con los requerimientos de diseño en las obras modernas. El uso de vidrio en fachadas aumenta la sensación de espacio, aporta luz en los interiores y no transforma el aspecto de las mismas, integrándose además perfectamente en el entorno. Este sistema aporta muchas ventajas: disminuye considerablemente el ruido exterior, viento, agua y suciedad, reduce los gastos en climatización frío-calor e incrementa el valor de la vivienda al conseguir más metros útiles para su disfrute.